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Fue hace 30 años cuan­do Subaru lanzó al mercado el Impreza WRX, una ver­sión deportiva que convirtió a este modelo compacto en un auto deportivo, con trac­ción integral, una suspen­sión más rígida y un motor turbocargado.

Tres décadas y cinco ge­neraciones más tarde, esta­mos frente a la más reciente ejecución del WRX, siglas de World Rally eXperimen­tal, ataviada, como ya es costumbre, en un encendi­do color azul metálico, que desde el arribo de Subaru con este auto al Campeona­to Mundial de Rallies en 1993 siempre lo acompañó.

Para alguien poco obser­vador, su estética podría pa­recer la misma que la de la generación anterior, pero en realidad hay una evolución del diseño, donde encontra­mos una parrilla más grande y faros full LED, más peque­ños y estilizados, que van muy bien con las líneas más cuadradas del conjunto.

En el lateral, las salpica­deras tienen unos protectores plásticos, que nos recuerdan que éste es un auto que sa­lió de los duros caminos del rally, mientras que en la par­te trasera las dos salidas do­bles del escape y el difusor central, junto a un discreto alerón, completan un cuadro que enamora al instante.

Por dentro somos recibi­dos por dos enormes asien­tos deportivos, forrados en piel y alcantara, mismos que se aseguran de que vayamos cómodos y bien sujetos.

El volante, recortado en la parte inferior, presume un gran agarre y los despuntes rojos en diversos elementos de la cabina, nos recuerdan el alma racing del WRX.

Sensación que se respal­da en los pedales de alumi­nio y la palanca para el freno de mano, totalmente necesa­ria para quienes disfrutan de poner este auto de costado en un tramo de terracería o en una pista de carreras.

Llama la atención que Subaru mantiene un tablero análogo, con una pequeña pantalla para la computadora de viaje, en una época don­de todos quieren mostrarse modernos y lujosos con ta­bleros digitales, que pocas veces aportan algo mejor y más importante que un ta­blero convencional.

Pero, por el otro lado, Subaru también colocó una enorme pantalla multime­dia vertical de 11.6 pulgadas, desde donde se controla todo el sistema de infoentreteni­miento Starlink, que puede proyectar la información de nuestros smartphones me­diante Apple CarPlay o An­droid Auto.

Desde ahí también po­demos con­trolar el aire acondicionado y revisar el estado del vehículo.

Para México, la firma japonesa trajo dos ver­siones del WRX: la Limi­ted, con caja manual de seis velocidades, y la GT, con una transmisión automática CVT. La manual fue la primera que arribó a nuestra redacción, así que con ella decidimos ir a la carretera y recordar por qué amamos al WRX.

Embrague adentro, toca­mos el botón de encendido y de inmediato cobra vida el motor bóxer 2.4 litros tur­bo, que genera 271 caballos de fuerza y 258 libras-pie de torque.

Sin una versión STi en el futuro cercano, que es el máximo nivel de deportivi­dad y emociones en el Impreza, este sedán tiene la dura consigna de ser quien sacie la sed de los fanáticos de estas versiones.

Salimos de la ciudad y es momento de acele­rar a fondo en una zona de curvas, que pasamos sin mayores problemas, pues este auto está montado sobre la nueva Plataforma Global de Subaru, que ofrece mayor rigidez estructural, es más resistente y tiene un centro de gravedad más bajo.

Estos tres elementos son lo que cualquier conductor de un deportivo ama, pues desde hace muchos años la marca integra en todos sus vehículos una construcción simétrica.

Es decir, el motor bóxer tiene los cilindros horizon­talmente opuestos, con ello, tenemos un bloque más pla­no, que se puede colocar más abajo en el cofre. La tracción es integral y la computado­ra puede regular la entrega de potencia entre cada eje y cada neumático. Además, el resto del acomodo de los ele­mentos del motor está total­mente pensado para que en cada esquina del auto se ten­ga el mejor balance posible.

A esto, debemos agregar­le los sistemas de seguridad electrónicos, que son un án­gel guardián en el camino y nos hacen, que en algunos momentos, nos podamos sentir como pilotos expertos.

El WRX es directo y res­ponde muy rápido, tanto en aceleración, como en cur­veo y frenado. Es un auto que transfiere grandes sensacio­nes de manejo y que todo el tiempo te cuenta qué está pasado en los neumáticos y, sinceramente, tener el poder de controlar por completo los cambios es una de las mejo­res sensaciones cuando estás en un manejo deportivo.

Pero, por el otro lado, en ciudad es una dócil fiera, que se esfuerza por mantener un consumo bajo de combus­tible y con una suspensión que, dentro de los estánda­res, es bastante benévola con nosotros al momento de pa­sar baches, topes y otros re­tos que nos pone el asfalto.

Arriba del WRX Limited está el GT, que agrega impor­tantes elementos de equi­pamiento como paletas de cambios en el volante, asien­tos delanteros Recaro y los amortiguadores delanteros con ajuste electrónico.

Pero, la joya de la corona llega de la mano de la sui­te de sistemas de seguridad Eyesight, que cuenta con ele­mentos como advertencia de cambio de carril, frenado preventivo de colisión, ges­tión del acelerador preven­tivo de colisión, centrado de carril y control automático de emergencia de la dirección, entre otros.

El nuevo WRX tiene mu­chas emociones al volante, buen equipamiento y un di­seño poderoso.

PROFESIÓN: Actriz y conductora.

COMIDA FAVORITA: La cocina italiana y el sushi.

BEBIDA FAVORITA: Agua con limón.

PASATIEMPOS: Hacer ejercicio, tocar el piano, leer y ver películas y series.

Fotos: Salomón Ramírez / Producción: Liz Durán / Fotoarte: Erick Zepeda

Desde pequeña, Yare estuvo trabajando en una compañía de teatro infantil en Cuba. Poste­riormente, entró a la Escuela Nacional de Arte, en La Habana, por cuatro años.

Justo ahora se acaba de estrenar Pasión de gavilanes 2, y en estos momentos estoy grabando la segunda temporada de la serie Cuarenta y veinte, comentó la actriz.

Yare comentó que le gustan los nuevos retos y vivir nuevas experiencias, de ahí que se sintiera atraída por el Subaru WRX.

Me encantó, es un coche que desde que lo observas por primera vez se ve imponente, muy deportivo, además el color está increíble, tiene unas líneas que lo hacen ver musculoso, sin duda, un coche que con sólo verlo te invita a manejarlo.

Obviamente, el interior también luce impresionante, desde el volante y el tablero, hasta los asientos y la enorme pantalla central, que lo hacen ver muy tecnológico. Al mismo tiempo me resultó un auto cómodo”.

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