"El índice de robotización crecerá si ayudamos a las pymes logísticas a ver el potencial de la robótica colaborativa" – El Mercantil

2022-07-23 06:11:08 By :

Aunque la adopción de robots está en auge en el sector español de la logística, las cifras aún se mantienen alejadas de otros países. Tal y como señala el director de ABB Robótica para España y Portugal, Sergio Martín, por cada 10.000 empleados hay 120 robots instalados, un índice muy bajo al que se le puede dar la vuelta con inversiones en universidades y acercamiento a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Asimismo, Sergio Martín explica los beneficios que aporta la automatización a los centros logísticos, los cambios internos derivados de la adquisición de ASTI y las dificultades que sufre la compañía por la crisis de los semiconductores, así como las soluciones que han introducido para paliar el incremento generalizado de costes.

¿Cómo ha sido la evolución de la compañía durante 2021 en comparación con el año anterior y con 2019?

Toda nuestra ingeniería y nuestro conocimiento que siempre ha estado enfocada a la industria de la automoción ha sufrido un parón, pero otras industrias empezaron a crecer, como la logística, la alimentación y las bebidas. Podemos decir que nuestro centro de gravedad se movió en el 2020 y 2021 hacia la industria general. También hemos movido nuestro portfolio de productos y hemos empezado a sacar algunos al más enlazados a ese tipo de sectores. Recientemente hemos lanzado un nuevo paletizador de más capacidad, un robot muy adaptado a encajar varios productos en paquetes. No hemos perdido facturación durante estos años por la flexibilidad y adaptación. De hecho, este año estamos creciendo el 30% respecto al pasado ejercicio, mientras que el mercado de la robótica suele crecer en torno al 9%. 

ABB Robótica se ha adaptado entonces a las nuevas tendencias…

Y hemos puesto en marcha iniciativas para adaptarnos más rápido. La época del “llanero solitario” ha acabado, tenemos que buscar ayudas y sinergias. Pusimos en marcha el CIC (Customer Innovation Center) que pretende ser un centro de encuentro de startups. A este centro vienen pequeñas y medianas empresas que no tienen tantos recursos para investigar como las grandes y nos fuerzan a desarrollarnos más en ese tipo de industrias. Ellos mismos se ponen una limitación de ¿cómo voy a operar yo este robot que tiene Seat si no tengo ingenieros ni informáticos? Vienen empresas que se dedican al ecommerce, de fabricación de mobiliario y oficina. De este centro surgió un proyecto para Kellogg’s: pusimos un robot colaborativo, GoFa, con el operario para que buscase las cajas con cámaras de visión, las sacase y las montase y el operario la colocaba para que viniese la siguiente. 

¿Hay mucho desconocimiento sobre cómo incorporar un robot industrial en las operativas?

Hay un desconocimiento muy importante. Hace tres años, pusimos en marcha una iniciativa para entrar en las universidades e intentar que tengan más conocimiento sobre cómo automatizar. Hemos visitado a más de 250 centros formativos en España en los que hemos instalado más de 300 robots. Un ejemplo es la Escola Universitària Salesiana de Sarrià, en Barcelona, donde tenemos un aula ABB con todo el material y robótica de la empresa. Allí contamos con un robot para hacer las prácticas y cada alumno tiene la aplicación que utilizan nuestros técnicos para programar. De manera que ese desconocimiento desaparece de una forma natural haciendo prácticas y esos ingenieros cuando salgan a la calle tendrán esos conocimientos. No hace falta ser un súper programador para usar un robot. El hecho de tener tantos robots instalados es un esfuerzo y una inversión muy grande, pero también vemos un retorno en la sociedad, no solo en sostenibilidad, sino también pensando en cómo será en el futuro nuestra industria. España tiene instalados unos 120 robots por cada 10.000 empleados, es un índice muy bajo. Si nos comparamos con Alemania, ellos tienen el doble que nosotros por una inversión más temprana en tecnología, en las universidades. Se trata de perder el miedo a los robots. 

¿Qué opina sobre el eterno dilema de que los robots destruyen puestos de trabajo?

Siempre existe el miedo a que la robótica destruya los puestos de trabajo. En realidad, cuanto más se robotiza, más baja la tasa de paro y más potente es el país.

¿Las empresas españolas de logística están adaptadas a la robótica?

Aún no. La logística ha empezado en robótica un poco forzada por el cambio de nuestros hábitos de consumo. Eso es un reto logístico interno del almacén. Pensando en cómo iba a evolucionar todo esto, vimos la capacidad de la robótica móvil de acelerar todo este proceso. Nuestros robots eliminan tareas pesadas, pero están anclados en el suelo. Nos faltaba un robot que pudiese moverse por el almacén. Así vimos una empresa muy interesante, ASTI, la adquirimos hace un año y estamos en pleno proceso de fusión. Los centros logísticos están preparados como una cadena de producción, pero con todos estos cambios las fases se tienen que desdoblar. Ya no es un sistema rígido o lineal, hace falta un movimiento entre las distintas fases y es lo que nos da la robótica móvil.

¿A qué se debe la baja penetración de la robótica en empresas españolas de logística?

La pequeña y la mediana empresa no ha tenido suficientes recursos para invertir en la robótica. El 90% de las empresas en España son pymes. La robótica, por lo complicada que había sido hasta ahora, estaba al alcance de las grandes compañías. Ese nivel de inversión en otros países ha hecho que pudiesen moverlo más rápido porque tenían más poder económico. En nuestro caso, ayudaremos más a incrementar el uso de los robots mediante la robótica colaborativa o de un tamaño más pequeño. Un robot colaborativo tiene ahora un precio de entre 20.000 o 30.000 euros, en un año lo puedes amortizar. Si somos capaces de ayudar a la pyme a ver el potencial de la robótica colaborativa, veremos que el índice de robotización crecerá muy rápido. En España, se venden al año entre 3.500 y 4.000 robots, estamos estancados, pero el potencial de robotización es muy alto.

Además de ASTI, ¿buscan expandirse con otras adquisiciones?

Buscamos siempre quién nos puede ayudar a ser más rápidos o quién nos puede acelerar un poco más. Con la adquisición de ASTI hemos evaluado e invertido en la empresa Seven Sense, que ayuda a la robótica a entender el entorno en el que se mueve. Durante el año veremos algo más que nos ayude a acelerar, siempre centrado en las nuevas aplicaciones del segmento logístico.

¿Cómo mejora la operativa de una empresa la introducción de un robot?

Introducir la automatización en una empresa da un impulso a una modificación del proceso, simplemente por repensarlo. Otro cambio es la planificación. El robot, al final, es un elemento digital, de manera que cualquier cambio de producción no la detiene. Ese es uno de los cambios, pasar de una línea analógica y tradicional a un mundo más digital de pensar y adaptar.

¿Cree que podrían introducir robots en la última milla?

Cuando analizamos todo el proceso de logística, empezamos por los centros de producción, después por los centros de fulfillment y en la última milla no tenemos aún portfolio. Vamos a evolucionar hacia allí. La robótica estará desde el proceso de producción, distribución y a lo largo de toda la cadena. Por ejemplo, no estamos en el mundo de los drones. ¿Nos movemos hacia allí? No lo sé. Lo cierto es que tenemos una oportunidad tan grande con los centros logísticos que vamos más despacio. 

¿Se solicitan más robots por automatizar la operativa o por el ecommerce?

Es un 50-50%. Ahora en el ecommerce se consumen más robots, pero no tantos como en la manufactura. Por ejemplo, para producir un tubo de escape de un coche se necesitan siete u ocho robots, mientras que solo se necesita uno para mover un palet. Los centros logísticos tienen muchas líneas de salida, pero el uso más intensivo del robot es en la manufactura y no tanto en la logística.

¿Cómo les ha afectado la escasez de semiconductores?

Los microchips vienen todos del mismo sitio, de dos fabricantes, y es lo que nos está causando cuello de botella. Se ha incrementado el consumo de estos componentes de manera exponencial en estos dos últimos años por muchas razones y todo eso metido en una misma coctelera ha saturado esas fábricas. Lo prioritario para esos fabricantes son el gran consumo y no tanto el consumo industrial. Es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos, no hay una solución mágica. En nuestro caso, estamos cambiando el diseño de nuestros robots. Estamos invirtiendo varios millones de dólares en reestructurar nuestra tecnología para ser capaces de entregar todo lo que estamos aportando en el mercado. Sufrimos retrasos por los puertos y el resto de transportes, pero tenemos robots y tecnología preparada para absorber esa caída en el número de chips que existe en el mercado.

-¿Normalmente utilizan transporte marítimo?

Utilizamos transporte marítimo desde nuestra fábrica de China porque esa logística la tenemos incluida en la producción, es un flujo muy continuo. Ahora para cubrir la entrega de proyectos especiales o para cubrir la base mínima de productos estamos utilizando también transporte aéreo. Eso supone unos costes extra. Por eso, uno de nuestros retos de este año es mantener la rentabilidad, seguir siendo competitivos en el mercado. Tenemos que tener los robots disponibles, sin sobrecargar el mercado en cuanto a precio y con la tecnología más puntera posible.

¿Han repercutido los costes al consumidor por todas estas dificultades?

Hemos repercutido precios en los puntos de venta y en nuestras tarifas, y todo esto tiene unas consecuencias muy importantes. Estamos intentando repercutirlo lo menos posible y tenemos fórmulas de ida y vuelta. Por ejemplo, ahora que la logística es un punto muy crítico en cuanto a los costes, lo que estamos explicando a nuestros clientes es que habrá un recargo logístico mientras dure la situación. De manera que estamos incrementando el coste del robot dependiendo de dónde venga porque ahora el transporte se ha encarecido y hay que compartirlo. ¿Qué pasará cuando todo esto se regularice? Como es un precio adicional, variará hacia abajo o desaparecerá.

¿Utilizan el ferrocarril entre China y España?

Entre China y España no, se utiliza el ferrocarril en nuestras fábricas para la entrada de material. Dentro de España lo utilizamos dependiendo de la ruta y del material que vamos a mover. En España solo utilizamos el transporte aéreo para traer productos, pero para los paquetes funcionales utilizamos camiones. El tren también lo usamos cuando tenemos que mover algún elemento pesado, pero que esté bien encapsulado porque si no es mucho más efectivo desmontarlo y transportarlo por partes.

¿Qué almacenes logísticos tienen y de dónde provienen los recambios y componentes de sus productos?

Además de Sant Quirze del Vallès (Barcelona), donde se encuentra la capacidad de fabricación, ahora tenemos el centro de producción en Burgos de ASTI. Seguiremos manteniendo la dirección general en Barcelona, pero los dos polos de robótica serán Sant Quirze y Burgos a partes iguales. Respecto a los recambios, en Sant Quirze tenemos el almacén logístico, pero nuestra central de logística está en Alemania. Se sirven muy rápido, en 24 horas, y para entregar rápidamente de manera local al cliente tenemos un stock aquí.